La reflexión de hoy

Semana de Pascua






domingo, 24 de enero de 2010

Luz en la oscuridad

Cuando algo nos hace sufrir, cuando tenemos miedo o estamos
afligidos, y vemos una luz en la oscuridad, no nos sentimos tan
solos. Pensemos en esa luz como en el resplandor del amor de
alguien, que nos da calor y nos consuela. Cada persona lleva
dentro de sí la luz de su amor. Podemos dejar resplandecer
nuestra luz, para que así nos consuele y sea también un
consuelo para los demás. Todos conocemos a alguien que ya
no está en este mundo. Veamos ahora cómo resplandece su luz
y dejemos que su luz y su amor nos rodeen y nos consuelen.
Cada uno de nosotros tiene una infinita provisión de amor para
dar. Cuanto más damos, más tenemos para dar. Sí, a veces
sentir hace daño, pero gracias a Dios que podemos sentir.
Dejemos que el amor irradie de nuestros corazones; ello nos
consolará y nos dará paz. Y así es.