La reflexión de hoy

Semana de Pascua






jueves, 31 de diciembre de 2009

En vísperas del Año Nuevo

El final del año suele ser un momento ideal para reflexionar, alegrarse por los progresos de los últimos meses y aprender de Color del textolos contratiempos y errores.
Seguidamente, conviene dirigir la vista hacia adelante. ¿Qué quieres lograr? ¿Qué te gustaría cambiar?
Algo clave para tener éxito en el año nuevo es hacer planes concretos, pero sin permitir que el futuro nos cause intranquilidad.
Claro que del dicho al hecho hay largo trecho. No es tan fácil despreocuparse cuando lo que viene se presenta incierto y uno prevé trastornos de salud, dificultades económicas o conflictos. Por eso no basta con planificar. La paz interior se consigue encomendándole el futuro a Dios y confiando en que Él resolverá todos los problemas.
Si además de hacer planes, los pones en manos de Dios, Él promete intervenir para que se cumplan.
«Encomienda al Señor tu camino, y confía en Él; y Él hará» (Salmo 37:5).
Lógicamente hay una condición, y es que tus planes se ajusten a lo que Él sabe que es mejor para ti y para los demás. Por eso, el primer paso es obtener Su visto bueno, o mejor aún, dejar que Él te indique un plan.
Tómate unos momentos para relajarte y abrir tu mente a Dios; Él pondrá entonces en ti Sus pensamientos. Sabiendo que te ama y vela por tu bienestar, pídele que te ayude a fijarte objetivos y trazar planes. Te aseguro que lo hará.
Tal vez descubras que Sus ideas son mucho mejores que las tuyas.
Él dice: «Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jeremías 33:3). «Con Él, todo es posible» (Mateo 19:26).
Pon de tu parte. Pide a Dios que te guíe al hacer tus planes y preparativos para los próximos meses. Encomiéndale tus necesidades. Luego no dejes de pedirle ayuda a lo largo del año. ¡Verás cómo te dirige, te cuida y provee para ti!

Oración por el año entrante:

Jesús, no sé lo que me deparará el futuro, pero te lo encomiendo a Ti. Gracias por las muchas garantías que nos has dado: me animan a depositar en Ti mi confianza. Ahora que comienza un nuevo año, ayúdame a abordarlo con fe, a tener el profundo convencimiento de que cumplirás lo que has prometido. Color del texto
Cualquiera que sea mi suerte, que no me aleje de Ti, sino que busque consuelo en la seguridad de que nada podrá separarme de Tu amor. Dame fuerzas para andar en la verdad, en amor, en sabiduría y más que nada contigo.

Amén.

Cortesía, Regina Cardona Cortina (México)